TÚ sobrevivirás: volverás a rozar las sábanas y sabrás que has sobrevivido, a pesar del tiempo y el movimiento que a cada instante acortan tu fortuna: entre la parálisis y el desenfreno está la línea de la vida: la aventura: imaginarás la seguridad mayor, jamás moverte: te imaginarás inmóvil, el resguardo del peligro, del azar, de la incertidumbre: tu quietud no detendrá al tiempo que corre sin ti, aunque tú lo inventes y midas, al tiempo que niega tu inmovilidad y te somete a su propio peligro de extinción: aventurero, medirás tu velocidad con la del tiempo:
el tiempo que inventarás para sobrevivir, para fingir la ilusión de una permanencia mayor sobre la tierra: el tiempo que tu cerebro creará a fuerza de percibir esa alternación de luz y tinieblas en el cuadrante del sueño; a fuerza de retener esas imágenes de la placidez amenazada por los cúmulos concentrados y negros de las nubes, el anuncio del trueno, la posteridad del rayo, la descarga turbonada de la lluvia, la aparición segura del arco iris; a fuerza de escuchar las llamadas cíclicas de los animales en el monte; a fuerza de gritar los signos del tiempo: aullido del tiempo de la guerra, aullido del tiempo del luto, aullido del tiempo de la fiesta; a fuerza, en fin , de decir el tiempo, de hablar el tiempo, de pensar el tiempo inexistente de un universo que no lo conoce porque nunca empezó y jamás terminará: no tuvo principio, no tendrá fin y no sabe que tú inventarás una medida del infinito, una reserva de razón:
tú inventarás y medirás un tiempo que no existe, tú sabrás, tu discernirás, enjuiciarás, calcularás, imaginarás, prevendrás, acabarás por pensar lo que no tendrá otra realidad que la creada en tu cerebro, aprenderás a dominar tu violencia para dominar la de tus enemigos. | The sheets will again kiss your body and you will know you have survived. Yes, you will survive, despite the clock's movement that at each instant shortens your fate. Somewhere between paralysis and lack of restraint is where the line of life lays, the adventure. You will imagine greater security, never moving, imagining yourself immobile, protected from danger, from misfortune, from uncertainty. Your stillness cannot stop Time, which runs relentless although it was your invention, yours to measure. It ignores your immobility, and you give in to the possibility of Time's own extinction. Adventurous you will be, measuring your own velocity with that of Time.
You will invent Time so that you may survive, pretending an illusion of a longer continuation on earth. Your mind's begotten Time establishes the means to perceive that certain alternation of light and darkness in a quadrant of your dream. By means of retaining those images of calmness, threatened by the cumulous concentration of black clouds, the announcement of thunder, the posterity of lightning, the discharge of a torrential downpour, the certain appearance of the rainbow; by means of listening to the rhythmic calls from the animals on the mount; by means of shouting the signs of the times; the howling from time of war; the howling from time of mourning; the howling from time of rejoicing. By means, at last, of giving Time a name, speaking of it, of contemplating the nonexistent Time in a universe that knows no Time, unknowable because it has neither beginning nor end. Time never began. Never will it finish. Nor will it know that you invent it as infinity's measure, your purpose undisclosed.
You will invent and measure a Time that does not exist. You will know it and discern the unique identity of your invention. You will judge it and calculate it. You will imagine it and protect yourself from it. You will finish by contemplating there will be no other reality except the creation of your mind. You will learn to master your forces in order to master those of your enemies.
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